lunes, 21 de enero de 2013

EMPTY CHAIRS AT EMPTY TABLES - LES MISERABLES.

Un musical. Pero no uno cualquiera. Los Miserables . Una auténtica preciosidad, llena, como la novela de Víctor Hugo en la que se basa, de momentos emocionantes, de ésos que consiguen que la carne se ponga de gallina. La obra tiene muchos momentos así. Y éste es uno de los más intensos. Recuerdo la primera vez que la vi. En Londres, en el teatro. Ahora mismo, mientras escribo, y escuchándola de nuevo, no puedo evitar sentir un escalofrío. Marius, hacia el final del musical. Se siente sólo, muy solo. Sus amigos, sus queridos amigos, han muerto en las barricadas, luchando por sus ideales. No hay nada más terrible que la soledad. Y ahora, una tristeza infinita se apodera de él. Los fantasmas de sus amigos se le aparecen, pero no puede retenerlos a su lado. Ellos están muertos, pero él, de alguna forma, también, aunque siga vivo. Sillas vacías para mesas vacías .

Empty Chairs At Empty Tables - Lestat.

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